sábado, 18 de diciembre de 2010

Pequeña Master-class de interpretación de Hamlet


Si os dais cuenta la modernidad de estas palabras no tiene fin. Hamlet se adelanta al propio Staniwslasky, se adelanta al propio Elia Kazan. No sólo está aconsejando al actor de teatro, también al del cine, 6 siglos después. Tened estas palabras presentes y veréis que "atajo y trampolín" os ha proporcionado el señor William Shakespeare


“Decid los versos, os lo suplico, como yo los he
recitado, que salgan con naturalidad de vuestra
lengua. Si los declamáis a la manera que usan
muchos actores, mejor sería dárselos a un prego-
nero para que los recitara. Ni hagan de sierra vues-
tras manos como queriendo cortar el aire… antes
bien usadlas con delicadeza. Pues en el torrente,
tempestad, en el torbellino –por decirlo así- de
vuestra pasión, habéis de hacer alarde de tem-
planza, de mesura. Me destroza el alma oír a un
forzudo, empelucado actor, destrozar y hacer jiro-
nes la pasión que interpreta, atronando los oídos
de la chusma, que no son capaces de entender
nada que no sean las pantomimas y el estruendo.
Haría azotar a los que así obran por sobreactuar el
papel de Termagante. Esto es como ser más Hero-
des que el propio Herodes. Os lo ruego, evitadlo.
[…]
Tampoco vayáis a exagerar la modestia, sino que
debéis dejar que la discreción os guíe. Ajustad en
todo la acción a la palabra, la palabra a la ac-
ción… procurando además no superar en modes-
tia a la propia naturaleza, pues cualquier exagera-
ción es contraria al arte de actuar, cuyo fin –antes
y ahora– ha sido y es –por decirlo así– poner
un espejo ante el mundo; mostrarle a la virtud su
propia cara, al vicio su imagen propia y a cada
época y generación su cuerpo y molde”.

HAMLET

Acto III
Escena II

2 comentarios:

  1. No sé que puñetas hacemos estudiando una carrera si esto lleva escrito desde el siglo XVII... deberíamos nacer sabiéndolo.

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