viernes, 26 de marzo de 2010

Niño

Os dejo hoy un poema, ya tiene algún tiempo. Me pregunto por qué no he ido colgando más por estos lugares... Igual me animo a ello más a menudo. Espero que os guste. Se titula... NIÑO

Niño.

Yo fui niño ayer

o justamente anteanoche.

Niño. Azul. Violeta.

Casualidad. Instante.

Diamante.

Niño.

Coleccionista de mejillas y labios,

y aquellos abrazos

de mi madre.

Niño.

Aventurero en los barrios.

Goleador de latas de pepsi.

Cerbatano de bolis bic.

Motorista a pedales.

Niño.

Rodillas de azúcar ensangrentadas.

Manitas abarcando cromos de colores.

Canicas vibrando en los estuches.

Catecismos naranjas.

Alpinos lápices.

Niño.

Enérgico jilguero,

Pez plateado en las aceras.

Bailarín del tiempo indiferente.

Niño.

Qué de vidas en cada segundo,

qué de alas en mi mochila,

qué de selvas en los bolsillos.

Niño.

qué de niñez,

qué de magia,

qué de improvisados vuelos furtivamente.


Niño.

Te proclamo un domingo

en el que bulevares y plazas

rezuman infancia, ayeres,

cometas y soledades.

Niño.

No desalojes el pecho

en el que aun habitas.

Yo lo voy inundando

de castillos y torres,

de islas y ciertos galeones,

de princesas y hadas

que te vigilan, que te protegen.

Niño.

Pídeme cosas, no estés triste.

Si no te gusta el mundo

yo juego contigo al escondite,

yo te escondo los periódicos,

yo te apago las televisiones.

Niño.

Te regalaré muchos juegos,

acuarelas suaves y mágicos disfraces.

Quédate conmigo, niño,

solo un poco más,

hasta que ya todos nosotros:

niño, joven, hombre, y viejo,

unidos, riendo, bromeando,

nos enfrentemos al abandono final

de estos caóticos valles.

A todos mis alumnos...

No sois los primeros a los que la sola mención de ciertos nombres vinculados al Teatro os genera una especie de... llamémosle pereza. Yo también bostezaba mental y anímicamente ante ciertos nombres cuando empecé en esto. Pero me gustaría lanzaros una pista por ver si os apetece acercaros al TEATRO POBRE. Son unas palabras fundamentales de su generador, Jerzy GROTOWSKY, un hombre que dio con ciertas claves teatrales idóneas para posicionar el arte de la escena frente a la realidad imperante del Cine y la televisión. Aquí las tenéis:


- ¿Por qué nos dedicamos con tanta energía a nuestro arte? No para enseñar a los demás, sino para aprender con ellos lo que nuestra existencia, nuestro organismo, nuestra experiencia personal y única tiene que ofrecernos; para aprender a derribar las barreras que nos rodean y para liberarnos de lo que nos ata, para desterrar las mentiras que nos construimos diariamente para nuestro consumo y para el de los demás; para destruir las limitaciones causadas por nuestra ignorancia y falta de valor, en suma, para llenar el vacío dentro de nosotros, para realizarnos.


pues eso...