Querida Carmen, mi niña García de Astorza:
Da gusto sentirte despierta y habiendo evolucionado hacia la luz. Da gusto ver a uno de los míos de aquel colegio inolvidable habiendo DESPERTADO. Quería puntualizar algo a lo que dices en cuento al entrar en política y permanecer en ella mucho tiempo: No hay que pensar así. Pensar en permanecer mucho tiempo en la VIDA misma supone afrontar la vejez de súbito y la consabida muerte. Todo, incluso los ideales mueren un día. Pero no hay que adelantarse nunca a ese momento que todavía no existe. Hay que permanecer en el aquí y en el ahora. Donde somos capaces de cambiar la la ciencia, la política, la economía, el mundo entero, lo que sea. Somos capaces de cambiar el mundo. Lo hemos demostrado una y millones de veces. Pero sólo los EXCÉNTRICOS, sólo los que se han salido de lo que dicta la sociedad o el constante Matrix como normal, han conseguido por un momento en la Historia, sea un inmenso año, sean solo mil, generar un contento para muchos, muchísimos, a partir de una idea de solo uno. Pensemos cada uno en lo que podemos hacer desde nuestra parcela personal, privada e intransferible por cambiar. Cambiar lo que tenemos al alcance de la mano, y al día siguiente al alcance de 2 metros, y así hasta llegar a todo lo que pueda abracar una ciudad o país. Se puede empezando por negar el voto a quien no nos ha sido sincero, a quien nos ha robado dinero, pensiones, salud, educación, trabajo, decencia, dignidad, ilusión, los años futuros. Se empieza por pensar por uno mismo, y no por una idea política bicéfala. Se empieza por sentirse libre, que es desvincularse del dictado de normas de una sociedad cuando se sabe que esa sociedad misma está esquizofrénica hasta el más alto grado. Se empieza por no tener miedo a enfrentarse a los PADRES de la patria y sus legiones y decirles NO, hasta aquí llego. Decirles no soporto más. NO LO SOPORTO. Se empieza por entender que eres tú mismo el que tiene el poder, y no ese gestor, que no emperador, que está haciendo que un padre no duerma por las noches porque no le alcanza, con todo lo que ha trabajado, a final de mes con una pensión que empieza a mermar si hay que añadir casi 100 euros extras en medicamentos que antes no gastaba, pero que sigue entendiéndose librado del mal si sigue votando a esa estética, a esa corbata, a ese peinado y zapatos que tanto le están robando sin que quiera darse cuenta pero que no entiende otra salida porque de niño secruestraron su pensamiento en escuelas con Dictador y Crucifijo donde más que reflexionar y criticar se obligaba a golpes de regla y bofetadas a memorizar sin rechistar a todos los reyes Godos.
Se puede cambiar el mundo si uno deja de tener MIEDO, el MIEDO de que le tiren del trabajo, y perder ese dinero con el que mantener un AUDI y la hipoteca de un adosado cerca del colegio privado de los niños. Ellos generan ese MIEDO, está muy bien labrado, diseñado. Pero hay alguien que no necesita un día un AUDI, y deja cierto trabajo por sí mismo para comprobar que tiene tiempo para estar con su familia, con su entorno, con el poder contemplar un paisaje y empezar a ver esas cosas que no nos deja ver el paranoico día a día, y que son las más evidentes, y por tanto las más importantes. Y uno se da cuenta, no con la razón, sí son los sentidos, que se puede vivir más tranquilo y coleccionando muchas más sonrisas con mucho menos, rozando casi la nada. Se puede. Se puede dirigirse a uno de los dioses y decirles en silencio, calmado, con la mirada serena: no te tengo miedo. Soy porque ya no Tengo...
Si en un solo día podemos hacer sentir a los demás que es posible, entonces habrá valido la pena la lucha. Y luchar es ahora la única salida para desestabilizar la tranquilidad de los indecentes.
sábado, 12 de enero de 2013
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